21/1/15

Dr. Aleardo F. Laría (Argentina)

Jurados inexpertos y sin preparación que no siempre aplican correctamente el principio de inocencia
 
Dr. Aleardo F. Laría

Extractos:
 
Según sus defensores más acérrimos, el juicio por jurados es un modo de devolverle al pueblo algo que le había sido sustraído por jueces conservadores y perezosos. Como según estos intérpretes la voz del pueblo es la voz de Dios (vox populi, vox Dei), una vez pronunciado el veredicto éste se vuelve irrevocable aunque sea manifiestamente injusto. Sostienen que la base democrática del sistema de juicio por jurados consiste en respetar la voluntad del pueblo.
 
Son argumentos insostenibles cuando enfrentamos casos de una flagrante violación del principio de presunción de inocencia que no siempre es aplicado correctamente por personas inexpertas que no están preparadas para hacer el fino análisis que requieren estas cuestiones. De modo que, gracias a Dios, debemos celebrar que los tribunales de impugnación estén dispuestos a revisar "la voluntad del pueblo" y evitar así que personas inocentes vayan a prisión sin merecerlo. El principio de respeto a la voluntad popular es muy razonable cuando estamos ante el resultado de una elección democrática, pero no puede ser trasladado mecánicamente al terreno de un juicio penal, donde no se cuentan votos sino que se hace una razonable aplicación de una serie de reglas y normas de procedimiento bastante complejas.

Si dejamos de lado la retórica, lo que esta controversia deja al descubierto, nuevamente, son las dudas sobre la utilidad práctica que tiene un procedimiento de estas características, caro, complicado y de resultados inciertos. Si finalmente los veredictos de los tribunales populares van a ser revisados en su integridad y los jueces superiores volverán a visualizar las grabaciones del juicio a través de sus monitores, ¿para qué se ha hecho semejante despliegue? ¿Estamos ante un mero simulacro de ejercicio de la "voluntad popular"? ¿Tiene sentido hacer este ejercicio de simulación?

Finalmente, cabe señalar una contradicción que aflora con el caso que comentamos. La corriente denominada "garantista" ha impulsado el jurado popular con enorme entusiasmo, confiando en que al sustraerles las causas a los jueces profesionales se iba a conseguir una Justicia menos burocrática. Lo que probablemente no se tomó en cuenta es lo voluble que puede llegar a ser la opinión popular. En un momento de enorme sensibilidad por la falta de seguridad, lo más probable es que los jurados se inclinen, como en Neuquén, por condenar más que por absolver. De modo que, sin quererlo, el garantismo habría contribuido, inopinadamente, a alimentar el populismo penal y una Justicia de "mano dura".
 
 
Dr. Aleardo F. Laría
Abogado, periodista y politólogo argentino, nacido en General Roca (Pcia. de Río Negro)
aleardolaria@rionegro.com.ar
 
El juicio por jurados, a prueba
rionegro.com.ar
22 de enero de 2015

16/1/15

Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni (Argentina)

Varios inconvenientes con el juicio por jurados

Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni
Penalista y ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN)

Extractos:

Yo le encuentro varios inconvenientes al juicio por jurados. Yo no sé cómo puede funcionar en la práctica.

En primer lugar, si no conseguimos que vengan los testigos, ¿vamos a conseguir que vengan los cuarenta y pico de jurados para que después queden 14?

En segundo término ¿cuánto duran nuestros juicios orales? ¿Vamos a tener jurados presos? ¿Vamos a tener jurados prófugos? Se "psicotiza" la gente, la tenés quince días encerradas y se "psicotiza", y no la podes soltar, porque se suelta a un jurado, llega a la esquina, se toma dos vasos de fernet y dice que el acusado es culpable, y listo, se anuló todo.

En la ley procesal se suprime el juicio como en Estados Unidos, porque el juicio por jurados es un porcentaje ínfimo de casos. La mayoría se "arregla" por Plea Bargaining (denominación del juicio abreviado en Estados Unidos), lo que no es muy envidiable que digamos.

Y estoy hablando de cosas prácticas, en el plano teórico, si bien es cierto que para tener por probado un hecho o no tenerlo por probado, por más que haya paredes enteras de libros, si usamos las neuronas mi abuelita o yo podemos reconstruir un hecho pasado, pero ¿si le tenemos que preguntar al jurados si hubo legítima defensa, si el acusado es inimputable, si hubo un error vencible o invencible? El jurado tiene que saber derecho, entonces, ¿cómo divido la cuestión de hecho de la de derecho?

Y el último análisis, la dificultad que tenemos nosotros en el proceso penal, ¿es con el sentence, es decir, con la sentencia, o es con la instrucción?


Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni
Penalista académico y ex miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN)

Diario Judicial
16 de enero de 2015

12/1/15

Dr. Javier Muriel (España)

Derogaría la ley de jurados sin dudarlo
 
Dr. Javier Muriel
Abogado
 
Extractos:
 
Estoy en contra del jurado y a favor del tribunal profesional.
 
Los requisitos para ser jurado son deficientes, el objeto competencial es demasiado delicado para dejarlo en manos de profanos en la materia y tristemente la sociedad en conjunto parece no estar preparada para afrontar este tipo de decisiones con garantías para el procesado.
 
No le veo ventajas al juicio por jurados. Derogaría la ley sin dudarlo.
 
 
Dr. Javier Muriel
Abogado
 
El tribunal del jurado cumple 20 años con 231 juicios celebrados en Málaga
Por José Antonio Sau
 
La Opinión de Málaga
12 de enero de 2015

11/1/15

Dra. Josefina Barros (España)

Se requiere preparación para juzgar a una persona
 
Dra. Josefina Barros
Abogada - España
 
Extractos:
 
Los integrantes del jurado tienden más a condenar por miedo a equivocarse y dejar en la calle a un culpable.
 
Particularmente no me gusta porque creo que el jurado tendría que tener una mínima preparación antes de juzgar a una persona.

Suelen ser además procesos con bastante volumen de hojas y prepararlo lleva más tiempo que uno normal porque las vistas son mucho más largas.
 
Por lo general los elegidos como jurados llegan con bastante disgusto.

 
Dra. Josefina Barros
Abogada
 
Los jurados tienden más a condenar que a absolver
Por Andrea M. Alonso
 
Atlantico Vigo
11 de enero de 2015